Felicidad #2. Entrenar cada día

Esta entrada estaba en el tintero para ser publicada más adelante, pero ayer cometí un error trabajando con Joan. He estado rayado hasta que, esta mañana, he ido al gimnasio a despejarme. Así pues, me ha parecido el momento ideal para publicar este pequeño artículo, que además encaja para estas fechas de propósitos…

Aquí va rápidamente el segundo hábito que me ayuda a mantenerme feliz:
entrenar cada día.

Hace dos meses que entreno cada día, me lo propuse después de ver un vídeo de Patricia Ramírez, psicóloga experta en el deporte.

Ahora mismo, siento que estoy construyendo una rutina que me hace mejor y que por ahora veo muy difícil de romper…

Creo que el efecto que tiene es insustituible, no sólo esas endorfinas que generas después de entrenar y te hacen sentir genial.

Al final, todos sabemos que hacer deporte tiene cincuenta mil beneficios para la salud, pero ni yo soy experto en salud, ni tú estás aquí buscando consejos de nutrición.

Así que, sólo me voy a centrar en la parte mental para mantener esta costumbre tan sana.

En mi caso no hay excusa, disfruto de ello tanto durante como después del entreno, no es para nada un sacrificio comparado con lo que me comentan compañeros/as.

Quizá lo tengo fácil porque siempre me ha gustado hacer deporte, ya sea ir al gimnasio, jugar a basket o hacer windsurf.

Hay personas que necesitan engancharse a un deporte en sí que les guste mucho, otras necesitan hacer alguna actividad más out-door y hay personas que les encanta el gym o cross-fit.

La idea aquí es encontrar tu propia manera de hacer algo de deporte cada día: construir el hábito.

En los días que se complican mucho y no puedo entrenar, siempre salgo a correr 30 min. por el barrio o hago 15min de ejercicios con mi peso en casa, lo que busco es mantener esta rutina diaria.

Y con esto acabo ya…

Me parece súper importante el hecho de aceptar que has fallado si un día no entrenas, durante este tiempo me ha pasado un par de veces.

Creo que lo mejor es aceptarlo para volver mañana sin excusas, dejar de justificarlo o razonar una explicación que te haga sentir bien.

¡Yo mismo he justificado el hecho de ver un vídeo más en Youtube porque me estaba costando encarar esta entrada!

Quería evitar ese “dolor”, pero nada… Aquí estoy tan tranquilo escribiendo y rompiendo el hábito de fabricar excusas para construir el de aportar valor con buen contenido cada semana.

El hábito de justificar nuestros fallos también se construye y es muy peligroso, ya que se crea en ti sin darte cuenta. A veces pienso: -Por favor, que nunca me convierta en un fabricante de excusas…

Espero que haya sido útil, no soy experto en el tema pero creo que cualquier persona debe intentar estar equilibrada, buscando un buen nivel en todo (salud, finanzas, amor y felicidad).

Un abrazo ; )